Un médico de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío: «No veo ni un paciente recomendado más, llevo 14; yo no estoy aquí para eso»

Maribel, hija de un usuario del SAS de 76 años de edad, cuenta en EL LIBRE que escuchó esta frase mientras su progenitor, que padece insuficiencia renal y una dolencia cardiaca, era atendido después de tres horas de espera. Cuando le trasladaron al Muñoz Cariñanos, otro facultativo le dijo que, para que su padre comiese, le llevase «comida de casa»

Maribel quiere apoyar con su vivencia lo que está pasando con la sanidad pública, en este caso, en el Hospital Muñoz Cariñanos (antiguo Militar) de Sevilla. Su padre, de 76 años de edad, padece insuficiencia renal y de corazón y estuvo casi una semana ingresado en la sexta planta de este hospital tras estar dos días en Observación del Virgen del Rocío.

Le atendieron el miércoles 29 de mayo por retención de líquido y le mandaron a casa sondado por una obstrucción en la uretra. Al día siguiente tuvieron que regresar, pues nada mejoró.

«Mi padre ya empezó con fiebre, falta de oxígeno y le dieron nivel 3 en triaje. Eso significa que te pasa todo el mundo por delante. Él se quedó solo en la zona de camillas, todo el mundo se iba. A la pregunta a las simpáticas enfermeras me contestaron: «La consulta estaba atascada, mucha gente». Nos dieron las 00:45 horas y mi padre, cada vez peor. Cuando a esa hora lo ve el médico por primera vez y le manda pruebas, otro médico irrumpió en la consulta diciéndole al doctor que atendía a mi padre: «No veo ni un paciente recomendado más, llevo 14; yo no estoy aquí para eso«. Entonces, repliqué: «Pues me parece muy mal, que mi padre lleva tres horas esperando». Este médico dijo: «Pues eso digo, señora, que ni uno más… Es que te los paso a ti«, refiriéndose al doctor de mi padre, el cual, más joven, dijo: «Vale». «Vale» significa, a mi entender, que seguiría retrasando la consulta para los recomendados y se lo dije: «¿Cuánto tardarán los resultados ahora?». Respondió: «Unas dos horas«, a lo cual dije: «Pero, ¿con recomendados por medio?». Me dijo que no y al final tardó menos», narra Maribel.

«El médico nos dijo que, para que mi padre comiese, le llevásemos comida de casa»

Finalmente, el padre de Maribel tenía COVID con una neumonía producida por el virus y eso perjudicaba su corazón y su riñón. «De Observación le derivaron al Muñoz Cariñanos por no haber camas y, estando allí, un hospital buenísimo, moderno, en el cual el individuo Moreno Bonilla se hizo muchas fotos al inaugurarlo», afirma.

Esto pasó la noche del viernes, día 31 de mayo. Todo el fin de semana estuvo muy controlado y muy bien. Llegó el lunes y todo se vino abajo: horas para cambiar pacientes, etc. ¿Por qué? Porque estaba lleno, al menos la sexta planta, con pocos médicos, asistentes y de la comida mejor ni hablar. «El médico nos dijo que, para que mi padre comiese, le llevásemos comida de casa… Y todo esto porque el 1 de julio cierran las plantas 4, 5 y 6 y si se puede alguna más, derivando a pacientes de nuevo al Virgen del Rocío, el cual los mandaba allí por no tener camas», denuncia Maribel.

«Es de locos, ese sinvergüenza de Moreno Bonilla ahora no se hará fotos haciendo eso, pero debe haber algún reglamento que corrija todo esto, digo yo», apostilla Maribel.