Cuando el niño susurró entre el gentío que acudía al desfile que el rey iba desnudo, los pocos que lo oyeron le miraron de soslayo. Y uno que le conocía le gritó: «Cállate, que pareces tonto». Pero los niños son niños y el rey estaba en pelotas
Mis sentidos arácnidos son infalibles. A veces. Así que para ilustrar mi escepticismo sobre quienes están al volante y el camino que llevamos, hoy voy a valerme de un caso concreto, real. De algo que está ocurriendo ahora, a personas con nombres y apellidos. ¿Ha oído hablar del motor Inn Engine? Se trata de un motor revolucionario, ideado y desarrollado en una nave industrial de la periferia de Granada y que está llamado a repensar el mundo de los motores de combustión. De acuerdo, no son buenos tiempos para los motores de combustibles fósiles. Pero muchos o pocos, algunos va a continuar habiendo. Eso parece claro. Pues bien, el creador de este motor es un joven ingeniero llamado Juan Garrido. Su prototipo es capaz de reducir el peso de los motores actuales a un tercio, multiplicando de tres a cuatro veces su potencia. Es decir, un motor de 35 kg y 500 cc puede obtener resultados similares a los de un motor diésel de 2000 cc. Es mucho más excitante verlo que explicarlo.
¿Cómo ha podido cuajar este proyecto de un joven de provincias? ¿gracias a los apoyos del gobierno? ¿Al de institutos de investigación? ¿A ayudas al emprendimiento? No, esos fondos ya tienen otros destinos. Este proyecto nace gracias a la perseverancia y la fe de su creador, que funda una startup por su cuenta y riesgo para concretizarlo. Pero, ¿cómo se consolida? ¿gracias al apoyo y aparición en medios de comunicación nacionales que lo divulgan para atraer al menos las inversiones de capital privado nacional o extranjero? Sí, claro, no le quepa duda… Quien da a conocer al gran público este proyecto es un youtuber, otra persona hecha a sí misma que ha podido zafarse del lastre que supone el Estado y todo su aparato inútil, cosechando un gran éxito en lo suyo a pesar de las oligarquías que controlan los medios. El youtuber es Juan Francisco Calero y su canal es Carwow. A partir de su primer vídeo hablando del motor Inn Engine, su propio creador, Juan Garrido, reconoce que empezó a recibir una gran cantidad de contactos de entidades interesadas. Es decir, potenciales inversores. Y a partir de ahí, todo empieza a dinamizarse, lo que en España con frecuencia quiere decir que vengan a interesarse por tu proyecto desde Cataluña o el País Vasco. Para que al final la riqueza se acabe generando allí. En este caso, el interesado ha sido el Centro de Tecnologías Aeronáuticas del País Vasco, institución con apoyo del gobierno vasco y las diputaciones de Álava y Vizcaya, con el que ya se han contraído acuerdos de cooperación.
Mientras, el Gobierno andaluz se sigue mirando el ombligo entre discurso y discurso, se continúan creando institutos que no siempre se sabe muy bien para qué sirven, más allá de para adjudicar cargos a personas del partido. Y proyectos como este, que podrían acabar creando un producto de referencia a escala mundial, con el crecimiento y desarrollo tecnológico para la región que eso implicaría, reciben un incentivo de 30.400€ de los que el 80% es financiado por Europa. ¿Dónde esperan llegar con 30.400€? Además, la ausencia de noción del ridículo es tal que obligan a la empresa a publicar esta ayuda en su web. Y después no olvidemos la contribución de la masa social. Siempre hay ingenieros que han pasado su vida a sueldo comentando tal o cual posible defecto del proyecto… como si revolucionar una tecnología con más de un siglo de vida tuviese que ocurrir con 30.000 euros y en 10 meses. Pero eso sí, en el sur falta emprendimiento. Falta industria. Falta tecnología… Al contrario, en el sur más que faltar, sobra. Sobran burocracia, trabas y prejuicios.
Me parece que este caso ilustra cómo funcionan nuestros decisores públicos, cómo se desincentiva la actividad emprendedora y cómo se desprecia la genialidad por quienes viven con un horizonte a cuatro años vista. Una última curiosidad: el creador del motor Inn Engine es un fanático admirador de Eduardo Barreiros. Otro caso de estudio. Otro empresario brillante que levantó un imperio en el sector del motor partiendo de cero en una tierra hostil, uniendo, a las dificultades propias de la empresa, las que continuamente le creó el estado con sus oligarcas y déspotas. Así que lejos de ser de mí, la cerrazón de nuestras élites (élites por llamarlas de alguna forma…) existe mucho antes de que yo naciera. Para verlo, basta abrir los ojos. Aunque también le digo que, más que ellas, me preocupan sus palmeros y sobre todo, los espectadores embobados.
Amén
Quién sabe lo que esos dos cerebros pueden seguir inventando… Los veo súper motivados y yo creo que tendrían que subvencionarlos para que sigan trabajando en sus proyectos