El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), ubicado en la Cartuja, acoge ‘Nazario’, la exposición retrospectiva dedicada al artista sevillano, considerado como uno de los más destacados representantes de la contracultura de los años 60 y 80 en España, que se puede visitar hasta el 28 de febrero inclusive
Artista polivalente y con una extensa trayectoria, está considerado el padre del cómic underground en nuestro país, pero también ha desarrollado otras facetas en torno a la pintura, la fotografía y la escritura, entre otros medios. Esta antológica es, en este sentido, la más completa realizada sobre el autor hasta el momento.
Se reivindica así a un creador de extraordinaria vitalidad, combativo contra cualquier forma de represión y pionero en la reivindicación de los derechos homosexuales. El público se sorprenderá de la amplitud de los lenguajes y disciplinas estéticas empleadas por Nazario y podrá descubrir cómo en muchas de sus creaciones palpitan las formas de la cultura andaluza que él renovó para erigirlas en referente de propuestas transgresoras.
Así, la retrospectiva del CAAC -la mayor que se ha hecho sobre este artista- reúne alrededor de 200 piezas, entre las que se incluyen cuadros, dibujos, pinturas, fotografías, publicaciones originales de cómics y fanzines, cerámicas y documentos. La exposición tiene un recorrido cronológico desde finales de los años 60, cuando realizó sus primeros dibujos en Sevilla, hasta las fotografías que realiza en la actualidad. La muestra, que abrirá sus puertas del 23 de septiembre de 2021 al 28 de febrero de 2022, tenía que haberse inaugurado el pasado año y tuvo que ser aplazada con motivo de la pandemia.
Esta exposición retrospectiva busca tener un formato circular, pese a la linealidad de las salas del Claustrón Este donde se exhibe. La historia parte, como su protagonista, de Sevilla y termina también en la misma ciudad, donde se ha concebido este montaje. En medio, todo lo que acontece en la larga trayectoria de Nazario (Castilleja del Campo, 1944) se desarrolla en Barcelona, pero con una nostalgia de la cultura y costumbres andaluzas que aflora con humor no sólo en su vida, sino también en su obra.
La muestra se divide casi simétricamente en dos partes. La primera abarca su faceta como dibujante, desde sus primeros escarceos con el medio a finales de los años 60 hasta sus últimos cómics de principios de los 90. Recorriendo las salas se pasa del blanco y negro al color, de la represión social y sexual a su liberación y exploración sin tabúes, de la Sevilla de un joven maestro que en Morón se adentra en el flamenco y el mundo hippie, a la Barcelona underground de los 70 y 80; del tímido deseo al derroche de placer homosexual, de Purita bragas de jierro a Alí Babá y los 40 maricones, de las fiestas sin fin al alcohol y las drogas. En medio, su relación con la música y con Ocaña (y con Alejandro y Camilo), el gran éxito de Anarcoma y el sincretismo cultural y geográfico de Turandot. Nazario ha sido, sin duda, uno de los grandes dibujantes del cómic español y europeo.
‘Fotosecuencias’
En la segunda parte de la exposición, se va hacia otro lugar dando un giro total para quedarse en el mismo sitio: su casa, desde donde antes dibujaba en la Plaza Real de Barcelona, y se produce un cambio sustancial: Nazario deja el dibujo por la pintura y la fotografía, principalmente, también por la escritura autobiográfica, y se vuelve, más si cabe, obsesivo con el lugar que ocupa y desde el que explora y se relaciona con su alrededor y sus semejantes. Es necesario reivindicar esta etapa de su trayectoria porque es completamente singular y, para ello, se ha buscado mostrarla de otra manera a como se había hecho hasta ahora: los cuadros de la Plaza Real de interiores con objetos y libros, las fotosecuencias del espectáculo cotidiano de lo que ve asomado desde su ventana con una cámara, la colonia masculina pakistaní… pero también el motor de antes y ahora: el deseo y el sexo.
Al final del recorrido de la exposición, la permanente nostalgia de la cultura andaluza explosiona en su faceta de gran coleccionista de postales sevillanas y de cerámicas de la Cartuja (fabricadas en el mismo lugar donde ahora se exponen). Las postales de la Feria de Abril se relacionan con dos carteles realizados por Nazario en dos etapas diferentes de su época de dibujante, buscándose evidenciar que toda la trayectoria artística de Nazario no sólo está basada en el rigor de lo obsesivo y en el humor constante, sino que también merece la pena unir sus etapas y narrar toda su obra como un continuo, libre, personal y sincero estar en el mundo.
Una biografía apasionante
Nazario Luque Vera (Castilleja del Campo, Sevilla,1944), fue maestro antes que dibujante y uno de sus destinos fue Morón de la Frontera. Allí conoció al guitarrista Diego del Gastor, a quien seguían numerosos norteamericanos residentes en aquel municipio sevillano. Nazario se compra una guitarra y asiste a las fiestas de señoritos, donde coincidió con grandes cantaores como Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, Joselero o Tío Borrico.
En los años 70 comienza a dibujar historietas inspirado por la revista Mad y se instala en Barcelona, donde funda el grupo El Rrollo junto con amigos dibujantes y diseñadores como Javier Mariscal y Pepichek. Desde el grupo editaban y distribuían sus propios cómics, como El Rrollo Enmascarado, Catalina, Paupérrimus, Purita o Nasti de Plasti. El grupo se acabó disolviendo por la persecución policial del cómic mítico de Nazario La Piraña Divina.
En 1980 participa en el nacimiento de la revista El Víbora, de la que dibuja su primera portada y para la que crea el personaje de Anarcoma, mítico detective travesti que llegó a inspirar una canción del inglés Marc Almond. Posteriormente crea a Salomé, en una versión libre de la obra de Oscar Wilde, entre otros personajes, y a finales de los 80 trabaja, durante varios años, en la realización de la gran obra Turandot. Inspirada en la ópera con música de Puccini, crea toda una escenografía y vestuario operístico, influidos en una mezcla de barroco chino y barroco religioso andaluz. Finalmente, con Alí Babá y los 40 maricones, Nazario se despide del cómic.
En los últimos años ha realizado carteles, portadas de discos, libros, bocetos para obras de teatro, también se ha centrado en la pintura de grandes acuarelas, pero, sobre todo, fotografías y vídeos tanto desde su ventana de la Plaza Real, como en el interior de su casa. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en museos, salas y centros de arte y galerías, como Nazario en Córdoba de 1990 a 2016, Sala de exposiciones Vimcorsa (2016) o Nazario-Barcelona 1972-2002, Palau de la Virreina, Barcelona (2002), entre otras. Sus obras están en la colección permanente de museos como el Reina Sofía de Madrid, el Macba de Barcelona o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC).
NOTA: La exposición de Nazario que acoge el CAAC hasta el 28 de febrero tiene contenido sexual explícito.
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