Esta es la mejor definición del actual equipo directivo de la Consejería de Salud con Jesús Aguirre, el consejero, a la cabeza. La sanidad en Andalucía con Susana Díaz recibió un enorme tajo en sus presupuestos. En 2008 el año de la crisis, el gasto sanitario en Andalucía alcanzaba los 10.307 millones de euros mientras que en el año 2014 alcanzó tan solo los 8.737 millones de euros. Estas cifras nos indican que se recortaron o se dejaron de invertir en sanidad durante estos 6 años 1.570 millones de euros. Eso se traduce en caos hospitalario, listas de espera eternas, una atención primaria arrasada, una parálisis absoluta de gestión por culpa de muchos de los cargos intermedios… Al final todo esto se traduce en el sufrimiento para la población. Algo de lo que todavía no se ha recuperado la mal llamada “joya de la corona” en Andalucía.
Desde la llegada de estos hombres de Paco a la sanidad en Andalucía, el socavón sanitario no ha parado de aumentar. Con la excusa de que heredan un sistema enfermo. Vuelta a los tiempos más oscuros de las contrataciones sanitarias, vuelta a la intemperie laboral de los trabajadores sanitarios, vuelta a la más miserable de las explotaciones laborales posibles en el sistema público de salud. Vuelta al aumento de las listas de espera. Vuelta a los problemas crónicos de la atención primaria y hospitalaria. Pero con dos presupuestos aprobados y gestionando la sanidad, este gobierno está empezando a entrar en coma en materia sanitaria y está empezando a infartar el propio corazón del sistema. El cambio está resultando ser la mayor mentira jamás contada a un pueblo.
El cambio está resultando ser la mayor mentira jamás contada a un pueblo
Las cargas de trabajo aumentan exponencialmente en los centros de Salud y en los hospitales públicos. Salud Responde empieza a colapsarse por las condiciones del contrato privado que mantiene la Junta de Andalucía, donde prima la rentabilidad empresarial antes que los derechos de los ciudadanos. Con tantos trabajadores en precario y en condiciones laborales que ya no se recordaban, la sanidad andaluza cae en picado. Y mientras, las centrales sindicales están como ausentes de los problemas de los trabajadores sanitarios.
Los hombres de Paco dejaron intacta la estructura de poder establecida por el anterior gobierno. Solo cambiaron gerentes y poco más, con lo que heredaban, conscientemente, los vicios y los fallos que se generaron por el gobierno anterior. Los objetivos por productividades, el férreo control de los facultativos, y sobre todo, el hecho de que muchos cargos intermedios y unidades de gestión clínica estén gangrenando el sistema público de sanidad y este gobierno siga sin meter mano al problema, agrava la tremenda crisis sanitaria.
La solución de este equipo actual de la Consejería de Salud y el SAS, antes de meter bisturí al problema, es buscar a la sanidad privada para que se enriquezca con los problemas creados y generados por la mala gestión de la pública. Así el ciudadano percibe soluciones para operaciones banales, que no le cuestan dinero a él, pero que terminan pagando las arcas públicas y generando una bola de nieve imparable.
Y los que ayer se manifestaban y se movían en las calles, en las redes, y en los medios de comunicación, que dirigían asociaciones como Huelva por una sanidad digna, o movilizaciones de la atención primaria como Basta Ya de Málaga se integraron como gestores sanitarios con este gobierno, con lo que quedaba claro que entonces primaban los intereses del partido que hoy gobierna y, sobre todo, los personales antes que los problemas de los ciudadanos. Porque una vez llegados a los cargos públicos nombrados a dedo se olvidan, convenientemente, de todas las reivindicaciones para someterse al poder. La amnesia selectiva.
Toda la razón, es increíble como Julia Paloma y el de Málaga que ahora no caigo en su nombre, se han vuelto como un calcetín. Gracias por el artículo, tienes mi mismo pensamiento.
Totalmente de acuerdo !!!
Claro como el agua, no debemos de dejar que continúen con este pasotismo. Verguenza de Gobierno PP/C’s.
Bravo Antonio. La pena es que esto no llega desgraciadamente a todo el que debería de llegar. Pienso que las manifestaciones deben de ser más ruidosas y en días laborables. Te pongo como ejemplo los agricultores y ganaderos. Los pensionistas. Los catalanes. Dejemos ya la educación y el civismo, que solo sirven para nada. Tu que tienes línea directa con Jesús, deberías hacérselo ver. Por otro lado, esta semana vi una entrevista que le hicieron a un médico catalán, que se de lo mismo que nos quejamos nosotros, pero con una diferencia, a él lo tuvieron en Espejo Público. Un programa de gran audiencia y tuvo tiempo para decirlo todo. A ti te entrevistaron los payasos del programa de Risto y sentí vergüenza ajena y un gran cabreo, de sus formas y de sus risas. Antonio, deberíais pensar porqué unos sí y otros no. Un saludo. Admiro vuestro trabajo y vuestro tesón.