El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha dejado claro hoy tras el Consejo de Gobierno que los 2,5 millones de packs de mascarillas gratuitas, fabricadas por empresas andaluzas, se repartirán solo «entre pacientes pluripatológicos y pensionistas». De esa forma, desprecia a muchas familias con escasos recursos que viven en la pobreza y al límite de ella
¿Criterio sanitario o de justicia social? La Junta de Andalucía se ha decantado por el primero, dejando a un lado el segundo. ¿Y por qué no ambos? Parece que las familias más azotadas por la crisis económica no van a poder acceder a las mascarillas gratuitas que repartirá el Gobierno de Juanma Moreno a partir del 27 de julio a tenor de las declaraciones de hoy del consejero de Salud, Jesús Aguirre.
«Las mascarillas serán para los pacientes pluripatológicos y pensionistas». Así de taxativo se mostró Aguirre, que puso de relieve que las oficinas de farmacias comunitarias serán las encargadas de repartir las protecciones faciales.
La propia Junta reconoció que la pobreza ha aumentado en Andalucía un 33% en los últimos 30 años. Hay barrios en la comunidad donde el paro supera el 70%, donde tres de cada diez vecinos son analfabetos o no tienen estudios. Según la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social. Intervención en zonas desfavorecidas (ERACIS) de la Junta, en Andalucía se identifican un total de 187 zonas desfavorecidas identificadas (ZDI) donde residen un total de 1.490.215 personas. Es decir, que algo más del 17% de la población andaluza vive en zonas donde la reina la pobreza. Y son datos de antes de la pandemia.
Los niños pobres, sin mascarilla gratuita
Además, Save the Children ha asegurado en su último informe que «si no se actúa cuanto antes, la pobreza infantil severa en Andalucía llegará hasta el 22,1% a finales de este año y en 2021, lo que supone un considerable aumento desde el actual 13,3%, llegando a 353.932 niños y niñas». Así, el consejero de Salud y Familias se olvida de eso, de las familias, de las más desfavorecidas.
En España, la pobreza severa aumentaría en 3 puntos, hasta alcanzar más de un 15%, un porcentaje muy por encima de los países del entorno y un hecho muy preocupante en una sociedad avanzada.
Sanción de 100 euros
Las sanciones por no llevar mascarilla en espacios cerrados y abiertos en Andalucía (los paseos por playa, campo y piscina deben ser con protección facial, no así la estancia estática en la sombrilla, siempre y cuando sea en compañía del núcleo familiar) se cifran en 100 euros, equiparándose así al Decreto del Gobierno central.
En cuanto al deporte, Aguirre no hizo divisiones entre federado y no federado: «La mascarilla será obligatoria en los deportes de contacto«. Y, además, realizó una advertencia a los jóvenes, ya que inquieta la enorme despreocupación de este colectivo (se ponen la mascarilla en la barbilla, en el brazo y en el codo), un egoísmo intolerable, ya que son vectores de riesgo: «Mucho cuidado con el ocio nocturno y las reuniones de amigos y familiares».
El uso de la mascarilla será obligatorio para las personas de más de 6 años de edad, con independencia de que se pueda mantener la distancia de seguridad, a partir de las 0:00 horas del miércoles 15 de julio, a excepción de las personas que presenten algún tipo de patología o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por la protección facial.
También estarán exentos de mascarilla aquellas personas que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitársela, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
El número de brotes en Andalucía ha pasado de 15 a 13 (nueve en investigación y cuatro en fase de control). Desde la caída del estado de alarma, se han contabilizado 615 contagios.
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