Nombre de guerrera, de persona imprescindible, de mujer entregada a sus seres queridos, de quejidos y quebrantos en silencio. El Muelle del Tinto emite un fulgor especial mientras el camino de tablas de Bellavista llora tu ausencia
Dolores para sentirte pequeño ante tanta humanidad en unos ojos inolvidables. La mano tendida, el espíritu presto, la voluntad de hierro.
Dolores para viajar y sentir que la vida es ese camino en el que hay que aguantar los golpes mientras avanzas. Querer mejorar siempre. El pegamento de toda una familia.
Es ese ejemplo de mujer que se enfrentó a las siete plagas con una sonrisa, que luchó por lo verdaderamente importante. La humildad personificada.
Hija, hermana, madre, abuela, tía, senderista, rebelde, cariñosa, preciosa en su sencillez. En tiempos de artificialidad, ella es la verdad del alma.
Esta mujer supo que la cultura nos abre las puertas de la independencia y de la felicidad. Por eso, las hojas de los libros y el susurro de Serrat le han arropado siempre.
Dolores tendió puentes y acercó posturas. Quizá el creador de la serie Mamen Mayo se inspiró en ella. Porque no hay nada más bonito que reconciliar a la gente.
En la era de la crispación, el abrazo es el mejor antídoto. Y ella sabía perfectamente que somos porque amamos.
Torpemente, con palabras y narrativa arrítmica, trato de acercarle a la gente la inmensidad de tu figura, pero me cuesta. No siempre un artículo puede albergar tanta belleza.
Dolores es todas las mujeres que escalan muros, todas aquellas que han luchado por la igualdad, por el verdadero feminismo, el que habla de dignidad y libertad. Ella renunció a tentaciones mundanas por el amor de su vida, del que nacieron cinco perlas… Y el árbol de la vida sigue creciendo gracias a Dolores.
Camino en silencio por el Muelle del Tinto y miro a la marisma con nostalgia. Está atardeciendo y el momento es perfecto. Más tarde, voy a las tablas de Bellavista. Los cangrejos siguen en su sitio y, en la lejanía, atisbo una figura de mujer en chándal. Lo has conseguido, Lola. Ya tienes tu sitio en la eternidad.
Un mensaje lleno de amor y reconocimiento; felicidades, Paco, y que te susurre desde el cielo!