La asociación Onusap denuncia un hecho que resulta especialmente grave porque «puede poner en peligro la vida de los pacientes». Se trata de la más que posible pérdida, a corto plazo, de un servicio esencial como es el de Cirugía Vascular
«Hemos recibido llamadas de compañeros de dicho servicio hundidos en lo personal, con depresión severa, o en lo profesional, humillados y ninguneados por la dirección del Hospital Juan Ramón Jiménez», cuenta el presidente de Onusap y médico de este centro, Diego Mora.
Si bien el déficit de profesionales en este servicio es algo crónico en este hospital, manteniendo históricamente dos o tres profesionales cuando el mínimo recomendable para la población onubense es de siete, la política miserable de contratación de nuestro centro (escudándose en el clásico «Servicios Centrales no nos lo permite») ha continuado, «seguimos teniendo compañeros con contratos mes a mes tras cuatro años de apostar por Huelva«. «Esta escasez de especialistas ha supuesto una sobrecarga inasumible que explica las brutales listas de espera que padece dicho servicio» y ha terminado por producir su colapso. «A pesar de haber advertido por escrito hace varios meses lo que podría pasar, la dirección no solo ha hecho oídos sordos, si no que ha concedido una comisión de servicio, restando un profesional, agravando aún más la situación y provocando varias renuncias y bajas por depresión», subraya Mora.
Actualmente, el servicio queda con un adjunto a tiempo completo y otro reducido al 60%, lo cual hace inasumible la atención continuada de los pacientes de planta, consultas, quirófanos y, sobre todo, urgencias. «Es materialmente imposible que una persona y media cubran las urgencias siete días en semana 365 días al año», inciden desde Onusap. «Nos consta que, de no solucionarse esta situación, en muy breve plazo el servicio puede desaparecer«, aseveran.
El tiempo es oro en las urgencias
«Nos preocupa especialmente la atención a las urgencias vasculares, muchas de las cuales comprometen la perfusión sanguínea y ponen en riesgo la vida del paciente o la viabilidad de una extremidad», describe Mora. Casos como la rotura de aneurismas de aorta, emergencia vital que requiere una intervención inmediata (cada minuto que pasa reduce las posibilidades de supervivencia). O cómo una embolia arterial en que la precocidad en el tratamiento supone la diferencia entre perder un miembro o no. Se estima en cuatro horas lo que puede aguantar una extremidad sin riego. Si tenemos en cuenta que el paciente a veces tarda tiempo en llegar a urgencias del hospital, más el tiempo invertido en la sala de espera y en las pruebas diagnósticas y si no tenemos la suerte de que el SAMU esté inmediatamente disponible, si es que se decide el traslado a Sevilla, este plazo no se va a cumplir en muchos casos. «O casos de traumas vasculares: heridas penetrantes o contusas que comprometen arterias principales, muchas veces en el contexto de un paciente politraumatizado, inestable, cuyo traslado está contraindicado», pone de relieve el presidente de Onusap.
Una situación insostenible
Diego Mora, médico de la UCI del Juan Ramón Jiménez desde hace muchos años, sigue poniendo ejemplos para que la consejera de Salud, Rocío Hernández, y la delegada territorial, Manuela Caro, sean conscientes de que se está viviendo una situación insostenible: «Otras urgencias surgen en el día a día, cuando, por ejemplo, se rompe un vaso arterial en una cirugía ginecológica abdominal, oncológica, etc. La reparación de ese vaso es una emergencia para evitar que el paciente se desangre o pierda un órgano vital. Asimismo, procedimientos del día a día como cateterismos cardíacos TAVI o dispositivos de asistencia cardíaca tienen un potencial elevado de lesión vascular, precisando la intervención de emergencia de estos especialistas».
Ante esta más que preocupante situación, Mora se pregunta: «¿Qué piensa hacer la consejería? ¿Ordenará el traslado urgente de todos estos pacientes a Sevilla? ¿Qué plazos estima de traslado para intentar disminuir el número de amputaciones o fallecimientos en la carretera? ¿Y con los cientos de pacientes que abarrotan las listas de espera qué piensa hacer la consejería?».
«No nos vale con la respuesta genérica la atención a los pacientes está garantizada. Queremos saber quién y cómo va a atender las emergencias vitales o cómo, cuándo y dónde se van a asumir los enfermos pendientes. Consideramos que se debe impedir a toda costa la desaparición de un servicio hospitalario esencial y que se debe hacer sin ningún tipo de demora. Nos va la vida en ello«, sentencia.
El actual director gerente del Hospital Juan Ramón Jiménez es el médico Manuel García de la Vega.
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