EL LIBRE quiere aclarar un par de conceptos relacionados con el artículo publicado por nuestro periódico el pasado viernes, día 24 de julio:
El primer titular publicado, Moreno Bonilla adjudica a la empresa de su mujer el contrato de las mascarillas gratuitas, no expresaba con claridad la idea que queríamos transmitir, aunque la palabra contrato, según el diccionario de la RAE, no implica que haya siempre un documento por escrito. De hecho, todos los buscadores y diccionarios on line dan como primera opción el término acuerdo como sinónimo de contrato.
También se podía inferir de ese titular que Manuela Villena, esposa del presidente de la Junta, era la presidenta o la dueña de Bidafarma. No es así. Solo es gerente de Relaciones Institucionales desde hace años.
Por todo ello, se cambió ese titular por uno más ajustado a la realidad: La Junta utiliza a la empresa donde trabaja la mujer del presidente para distribuir las mascarillas gratuitas.
Sí hay acuerdo
Un reciente comunicado realizado por la Dirección de Comunicación de la Junta de Andalucía quiere aclarar que «ni el presidente ni el Gobierno andaluz han adjudicado la distribución de mascarillas a la empresa mencionada, ni tampoco Juanma Moreno ni el Ejecutivo autonómico intervinieron o mediaron en el acuerdo alcanzado por el Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos con la firma referida». Si eso es así, ¿por qué el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, anunció en rueda de prensa, el pasado martes 14 de julio, que la empresa elegida para la distribución de los 7,5 millones de mascarillas gratuitas era Bidafarma, omitiendo el acuerdo con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof)?
EL LIBRE, en el artículo susodicho, en ningún momento dice que Bidafarma y el Cacof vayan a lucrarse con esta operación. Es más, este periódico ha informado puntualmente durante toda la pandemia de las novedades de la pandemia y el confinamiento, reflejando todas las iniciativas altruistas de empresas y asociaciones para conseguir mascarillas gratuitas en los días más duros de esta pesadilla, entre las que Bidafarma y el Cacof también han puesto su granito de arena.
Diseños NT sí cobra por su trabajo
Lo que quería aclarar el párrafo siguiente, publicado en el artículo del pasado viernes, es que la fabricación sí que cuesta dinero y que la Junta sí que paga a Diseños NT por fabricar las mascarillas: «Según fuentes consultadas, esta operación logística (la compra de mascarillas a la empresa Diseños NT por parte de la Junta) podría rondar los 7 millones de euros a precio de mercado, teniendo en cuenta que el precio máximo de las mascarillas higiénicas fijado por el Gobierno es de 0,96 céntimos». Ante la imposibilidad de saber el montante exacto de la operación a tiempo para incluirlo en la publicación, EL LIBRE realizó una estimación (el uso de podría deja claro que es una aproximación) según los precios actuales del mercado de compra y venta de mascarillas. Esa estimación fue refrendada por las declaraciones del portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista en un periódico digital.
En esta operación, por mucho que la Dirección de Comunicación de la Junta de Andalucía quiera negarlo, hay cuatro agentes implicados que han tenido que llegar a un acuerdo para realizar la operación de fabricación, distribución y dispensación de las mascarillas gratuitas a los pensionistas y a los enfermos pluripatológicos: Junta de Andalucía (recordemos que las mascarillas entregadas hasta el momento llevan el nuevo logotipo de la Junta), Diseños NT, Bidafarma y Cacof. En el caso de Junta y Diseños NT, con acuerdo económico de por medio a 0,33 céntimos por mascarilla, por lo que la fábrica jiennense cobrará cerca de 2,5 millones de euros, una información a la que ha podido tener acceso EL LIBRE esta misma mañana.
Por último, hay que recordar que los 7,5 millones de mascarillas (de las que solo se ha repartido hasta el momento un 20% en las farmacias) no son realmente gratuitas en sentido estricto, porque la Junta las paga con el dinero de los impuestos de todos los andaluces.
Independientemente de las personas que estén gestionando este asunto, a todos nos parece muy raro, pero que muy raro, el tema de las mascarillas, porque realmente tres mascarillas de 4 horas de uso cada una no se merece la pena ni de levantarse del sillón para ir a recogerlas.
Así que, no sé qué es lo que ha querido solucionar Juanma Moreno con esta ”compra de las mascarillas”
Yo creo que, nos falta información por partes de la Junta de Andalucía,ellos son los que tienen que decir porque han comprado esas mascarillas con el dinero de nuestros impuestos, ¿cuál es el fin? si es que lo hay.
Porque si no lo dice, todos vamos a ”sospechar” los mismos ancianos están que revientan con las «tres mascarillas»es que es un espectáculo en las farmacias, la que están liando.
Por eso mismo, que salgan y que digan ¿a qué viene esto?