El ganador de los cuatro grandes premios de la interpretación (Óscar, Globo de Oro, Tony y Emmy) dejó claro, a pregunta de EL LIBRE, que no está de acuerdo con la presidenta Sheinbaum, que ha exigido recientemente al Gobierno español que se disculpe por «los agravios cometidos» durante la conquista
En la charla sobre el filme La misión (Roland Joffé, 1986) de este jueves, este periódico tuvo la oportunidad de preguntarle al productor de cine David Puttnam y al actor Jeremy Irons, reconocidos como Giraldillo de Honor y jurados de la Sección Oficial del la XXI edición del Festival de Cine de Sevilla, si España tiene que pedir perdón por la conquista de América, un tema recurrente que, recientemente, volvió a la actualidad por boca de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, delfín del anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador. Irons se mostró taxativo al respecto: «No creo que la gente tenga que pedir perdón por cosas que han pasado hace tantos años, así que no creo que España tenga que pedir perdón a México por la conquista de América».
Por su parte, Puttnam puso de relieve que pedir perdón políticamente «implica algún tipo de financiación económica». «Es una cuestión de dinero al final«, remarcó.
Esta dupla de referentes hollywoodienses contaron varias anécdotas sorprendentes sobre el rodaje de La misión. «Teníamos una plaga de ratas, así que contratamos a un chamán que decía que podía hablar con las ratas. Nos dijo que compráramos unas bolsas de maíz y las pusiéramos lejos del set y así logramos que las ratas se fueran. Le dije que también teníamos problemas con los mosquitos, pero él contestó que con los mosquitos no hablaba», recordó Puttnam entre risas.
Uno de los momentos más jugosos del coloquio fue cuando Jeremy Irons recordó cómo era el Robert de Niro de los años 80. En la cúspide de su carrera y con dos Óscar en su haber (El padrino II y Toro salvaje), era de trato difícil y muy meticuloso en su trabajo. «Era muy lento actuando, porque, por aquel entonces, todavía no era director. De Niro necesitó 57 tomas para responder a mi famosa frase de si la violencia es el único camino, no hay lugar para el amor en el mundo; y yo no tengo fuerzas para vivir en un mundo sin amor. Ahora ya es más rápido porque dirige películas», rememoró Irons ante las carcajadas del público.
Irons y Puttnam han protagonizado también este jueves una rueda de prensa, en la que el protagonista de Inseparables y El misterio von Bulow ha avisado de que en los últimos tiempos, en el mundo del cine «la dicotomía entre el arte y el entretenimiento ha empeorado«, quizá como consecuencia del auge de la búsqueda de la «gratificación instantánea».
Para el afamado actor, esta tendencia del ansia por la «gratificación instantánea» deriva quizá del «aumento en la tecnología» y el impacto de su uso abusivo en la población, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
A su entender, la película La misión, de 1986 y en la que él participaba como actor, podría representar el mejor maridaje entre cine de arte que a la vez entretiene, considerando que quizá actualmente no sería factible promover una película así, dada la primacía del interés económico.
A su entender, «todo se está abaratando«, lo que afecta en cómo las nuevas generaciones viven sus experiencias en materia de cine o de música, porque pesa una cierta renuncia entre los más jóvenes a comprender el cine o la música como vivencias «colectivas, compartidas».
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