Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró.
Sesenta pendones lleva detrás el Campeador.
Todos salían a verle, niño, mujer y varón,
A las ventanas de Burgos mucha gente se asomó.
¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor!
Y de los labios de todos sale la misma razón:
“¡Dios, que buen vasallo si tuviese buen señor!”
Sr. ministro del Interior, una persona docta e instruida como usted, seguro que conoce El Cantar de Mio Cid, así que me va a permitir la licencia de encabezar este escrito con una de sus estrofas. Buenos vasallos ha tenido, tiene y tendrá, téngalo presente durante todo el tiempo que le quede al frente del Ministerio que ahora dirige.
Tuvo al General D. Manuel Contreras Santiago, tuvo a D. Manuel Sánchez Corbí, que entonces era el jefe de la OCO, ha tenido hasta ayer a D. Diego Pérez de los Cobos y ayer le dimite el director adjunto operativo D. Laurentino Ceña, teniente general.
No nombro a los cargos, también cesados, del Cuerpo Nacional de Policía. No es el momento de hacer una glosa de sus respectivas carreras profesionales. Todos ellos y algunos más, han demostrado sobradamente ser buenos vasallos, el que no ha demostrado ser buen señor es Ud. y esto, debería hacérselo ver.

Por cierto, no sé si aprovechar que está Ud. remodelando su organigrama, como es normal, para postularme para algún cargo, lo digo porque el escalafón está corriendo a una velocidad trepidante. Aunque le advierto que, cuando murió el dictador, allá por 1975, yo era suboficial de la Gloriosa Infantería, no sé si eso le suena de algo, aunque comprendo que no son muy buenas credenciales. Me lo pensaré detenidamente porque creo que le van a crecer los enanos.
Le recordaré las palabras del Capitán D. Santiago Cortés González en el asedio del Santuario de Santa María de La Cabeza en Andújar (Jaén) en 1937 en plena Guerra Civil: “La Guardia Civil muere, pero no se rinde”. Trasladado a los tiempos modernos podríamos decir: “La Guardia Civil no se vende”.
Y no es buen señor, porque tratándose de la Guardia Civil, no conoce el significado de la palabra lealtad, no conoce ni siquiera la letra del Himno del Benemérito Cuerpo: “Viva el orden y la ley”, que viene a ser el código de conducta de todo guardia civil independientemente del empleo que ostente.
Un héroe
Creo, señor ministro, que no entiende el verdadero alcance de cesar a un guardia civil que, desde ese momento, se convierte en admiración de sus compañeros y de todo el Instituto. Desconoce que pasará a los anales del Cuerpo como un héroe, así que piénselo. Es como si le concediera La Laureada de San Fernando creada en Las Cortes de Cádiz para «honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España».
Con su reiterada actitud está demostrando ser una persona dogmática, fanática, sectaria, obcecada, tozuda, inflexible y doctrinaria; cualidades, todas ellas, innecesarias en un político del siglo XXI.
Tal es el clima que se respira en su Ministerio que hasta la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) ha salido al paso emitiendo una nota
Tal es el clima que se respira en su Ministerio que hasta la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) ha salido al paso emitiendo una nota sobre este último cese en la que recuerda el contenido de los artículos 117 y 126 de la CE que el propio ministro juró o prometió guardar y hacer guardar en reiteradas ocasiones a lo largo de su carrera profesional, primero como juez y magistrado, y más tarde en su condición de vocal del Consejo General del Poder Judicial y después como ministro del Gobierno de España.
El art. 117 CE establece, en sus apartados 1 y 2, los principios de división de poderes y de estricta sujeción a la propia norma constitucional y a la ley, básicos en un Estado de Derecho: «La justicia se administra en nombre del rey por jueces y magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley, a los que se atribuye en exclusiva el ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado«.
Mientras la Ley de Enjuiciamiento Criminal siga en vigor, la instrucción de las causas penales corresponde exclusivamente a los jueces de Instrucción determinados en las leyes, y, para el desarrollo de sus funciones, se valen de los miembros integrados en las Unidades de Policía Judicial, que el art. 126 CE sitúa bajo la dependencia de los jueces, tribunales y Ministerio Fiscal en sus funciones de averiguación del delito y el descubrimiento y aseguramiento del delincuente, en los términos que la ley establezca.

Seguidamente hace un recorrido por el contenido de esa ley que no es otra que la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Concluye la nota de la APM solicitando:
1º. «Se expliquen los motivos de la afirmada pérdida de confianza o, al menos, que se asuma públicamente que son ajenos a la instrucción penal en curso».
2º. «Se restituya al coronel D. Diego Pérez de los Cobos en su puesto hasta que finalice la instrucción que se lleva a cabo en el Juzgado de Instrucción de Madrid o se adopte la decisión oportuna por la magistrada titular».
La Benemérita ha demostrado en 176 años de gloriosa historia muchas cosas, pero no debe olvidar, Sr. ministro, que los gobiernos pasan y la Guardia Civil quedará para engrandecer su gloria y la de este nuestro querido país que es España.
Hay políticos que no merecen que se hable de ellos; es mejor olvidarlos en el fondo del congelador
Los que están actuando impunemente en contra de la democracia están actuando por encima de los deseos de millones de ciudadanos, tanto PP como vox, tanto monta ,monta tanto, están llevando a cabo las políticas más terroristas de la democracia.
Yo creo que al Libre, periódico digital de reciente publicación, no le viene bien explayarse de esta manera con el gobierno, viendo como este, está siendo víctima de la más vil actuación.
Hay políticos que deberían estar en el fondo de un pozo de 100m de profundidad y relleno este de excrementos de cerdos hasta la boca. Porque para lo único que sirven es para crear problemas donde no los hay y los más oscuro, llevarse el dinero del pobre trabajador y cuando esté ya por su edad deja de producir, el sinvergüenza del político de turno lo deja que muera solo abandonado de toda suerte, recluido en el fondo de una habitación. Sois todos unos miserables y desgraciados que algún día tendréis que dar cuanta de vuestros actos.
Los artículos que cita de la CE están muy bien como palabras al viento, porque la estructura de partidocracia del Estado español las hacen inviables. El poder judicial está sometido al poder ejecutivo en la realidad, sin independencia, y usando se trata de juzgar a un político o de machacar a alguien que denuncie la corrupción de un político, les aseguro que la ley no es lo que impera. Comprobado en la Asociación Justicia por la Sanidad y en Elecciones Transparentes. Y por muchos más, que no conozco tan en directo como estas dos asociaciones.