La entrada de los primeros gitanos en la región andaluza se sitúa históricamente en Jaén un 22 de noviembre de 1462. Por eso, la presidenta de ‘Fakali’ y diputada del Congreso, Beatriz Carrillo, ha celebrado esa efeméride subrayando que todavía queda mucho camino por recorrer para acabar con «ese racismo vírico que corroe las entrañas de nuestra sociedad»
La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas (Fakali) ha hecho entrega, un año más, de la bandera gitana a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, para conmemorar el Día de los Gitanos de Andalucía, que «reconoce y homenajea su aportación a la configuración de Andalucía como la conocemos hoy en día, y del mismo modo ensalzar su pluralidad y diversidad, pese a las que no han perdido su esencia y su cultura con el paso del tiempo».
«Una fecha de celebración y orgullo, pero también de reivindicación y lucha en favor de los derechos y oportunidades de esta sociedad gitana», ha afirmado Fakali, señalando que la comunidad gitana sufre «una discriminación sistemática convertida en marginación y exclusión social que está alcanzando cotas desorbitadas por los estragos de la crisis sociosanitaria provocada por la covid-19, que golpea duramente a una comunidad ya muy perjudicada».
«El 22 de noviembre es un día para gritar al mundo que estamos aquí, que no somos invisibles, que existimos y que queremos que nos acompañen en nuestro camino hacia una igualdad que por justicia nos corresponde», ha señalado la diputada del Congreso y presidenta de Fakali Beatriz Carrillo, convencida de que «esta lucha no puede ser solo nuestra, de los gitanos, sino que ha de ser una tarea de todos».
«Se trata de ese racismo vírico -en palabras de Beatriz Carrillo- que corroe las entrañas de nuestra sociedad frente al que, sin solidaridad, sin apoyo, no podremos fabricar ninguna vacuna».
Jaén, puerta de entrada
Carmen Carrillo es la presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Sinando Kalí y miembro de la junta directiva de la Unión Romaní. Esta gitana, reconocida luchadora y posiblemente la primera mujer gitana que obtuvo el acta de concejal de un ayuntamiento de capital de provincia en España, es la que da la bienvenida a quienes se acercan a la historia de los gitanos en su paso por Jaén. Pero Carmen, dedica, como no podía ser menos, un mensaje de reivindicación «por las familias gitanas cuya supervivencia está vinculada a la venta ambulante y a los trabajadores temporeros del campo a los que la pandemia del covid-19 está golpeando de forma despiadada».
Julio Millán, alcalde de Jaén, se enorgullece de que los gitanos entraran en Andalucía por su tierra, Jaén, y felicita a los gitanos por este hecho y «hace extensiva a todos los ciudadanos de su ciudad poniendo en el balcón principal del ayuntamiento la bandera azul y verde».
Diego Fernández, director de la Fundación del Instituto de Cultura Gitana, institución oficial del Ministerio de Cultura transmite su felicitación a los gitanos andaluces recordando que «el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo, gobernador de la provincia, fue el que recibió en Jaén el 22 de noviembre de 1462 al conde y la condesa de Egipto Menor, que estaban al frente del grupo de los recién llegados».
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