Estamos ante una de las semanas más decisivas para Europa de los últimos años. Ni el Brexit ha hecho que se escriban tantos artículos acerca de los dineros de Europa y cómo se va a repartir la tostada
Bueno pues, después de retrasar lo inevitable, ya está aquí el próximo Consejo Europeo en el que, fundamentalmente, se va a hablar de parné y del futuro de Europa para los próximos 7 años. Para que nos entendamos: sin parné no hay paraíso.
Y en esas andan los líderes de Europa cuando una traición al más puro estilo de Julio César ha sacudido al Gobierno español. La laureada ministra de Economía, Nadia Calviño, ya se había erigido en presidenta del Eurogrupo y actuaba entre sus colegas como tal y, en la votación final en la que estaba todo atado y bien atado, resulta que aparece un verso suelto y se esfuma el sueño de conseguir la presidencia del Eurogrupo.
Y mira que Pedro Sánchez había hablado con todos los votantes y todos le daban su apoyo hasta que llega la votación secreta y falta un voto. Hay un traidor y todos apuntan a que el griego Christos Staikouras ha votado al candidato conservador Paschal Donahue y no a Nadia, como había prometido. Sin embargo, el griego jura y perjura que él no ha perpetrado la traición y nos quedaremos sin saber quién ha sido. Una pena, porque la historia parecía sacada de una película de intriga o de comedia española de los 70, según se mire.
No le ha dado tiempo a digerir la derrota a Pedro Sánchez cuando ha comenzado un tour que le llevará por Países Bajos, Francia y Suecia antes de que comience el Consejo Europeo del próximo 17 y 18 de julio en Bruselas.
Como diría un cirujano, la situación es grave y, aunque contamos con el apoyo de Alemania y Francia para acercar posturas con respecto a los fondos que recibiremos de Europa junto con países como Italia, Francia y Portugal, tenemos a los llamados países frugales enfrente.
Lo de países frugales les viene al pelo a Austria, Dinamarca, Suecia y Holanda y se consideran frugales, como su nombre indica, por predicar austeridad y frugalidad desde sus economías saneadas y sus fríos países.
Duras negociaciones
Son dos posturas bien distintas que tendrán que verse las caras y llegar a un acuerdo entre el 17 y 18 de julio. Las negociaciones europeas siempre conllevan horas y horas de propuestas, contrapropuestas, madrugadas sin dormir y, al final de este parto siempre desde hace 70 años, nace un bebe hermoso para unos y poco agraciado para otros, como la vida misma.
Sobre la mesa hay 750.000 millones de euros, la propuesta inicial supone un montante de 250.000 millones en préstamos a devolver y 500.000 millones en trasferencias a los Estados que lo necesiten. Pero los países frugales quieren que se revierta la moneda y, como ha indicado el primer ministro holandés, «que cada Estado solucione sus propios problemas«. Ya les digo yo que esto va a ser un duelo de titanes y, con suerte, el 18 de julio tendremos fumata blanca, esperemos que a favor de nuestros intereses.
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